Ojito, nuestro héroe, cuenta que un día se fue tras dos gatas muy coquetas que vivian muy lejos de su casa.
Él, siempre caballeroso, se brindó a acompañarlas hasta su morada.
Ojito y las gatitas, se fueron conversando a lo largo del camino, claro, las astutas gatitas le hacían ojitos con sus largas pestañas. Siempre enamorado, no se fijó que unos humanos estaban acechándolos desde lejos para maltratarlos. Como siempre Ojito no entendió porqué los humanos maltratan a su especie si ellos no le hacen daño, solo les dan cariño y amistad.
Cuando el trio se desplazaba cerca de la mata de mango, desde detrás de unas altas hierbas les lanzaron piedras y guijarros que les hicieron correr con gran susto.
Una de las piedras cayó cerca de la gatita feliz, pero ésta logró apartarse, no así Ojito y la gatita Andrea a los cuales el guijarro le cayó en la cola y a nuestro Héroe en toda la cabeza,haciéndole una herida que comenzó a sangrar, dejándole sin sentido por un rato..
Al ver la sangre de herida de su amigo, las gatitas trataron de ayudar a Ojito, pero, los humanos dieron gritos y, éstas corrieron asustadas hasta su hogar.
Por segunda vez Ojito se encontró herido, recuperó el sentido y, como pudo, saltó lejos de los muchachos que pretendían seguirle pegando.
Ojito corrió, sintió que su corazón quería salirsele del pecho, hasta que divisó a lo lejos el patio de su casa, dando un gran salto cayó detrás de la jardinera buscando refugio para esconderse.
Los humanos pasaron corriendo alejandose de nuestro amigo.
A la mañana siguiente, Ojito sintió un fuerte dolor de cabeza, algunos mosquitos pululaban cerca, y él no podía apartarlos de la herida.
No pudo entrar a la casa porque el susto todavía le duraba, así que esperó hasta la tarde para entrar al hogar.
Ojito desfallecía de dolor, llamó a su amito quien ya le buscaba desde algunas horas.
Al ver su herida infectada, lo cargó y llevó a la emergencia veterinaria.
OHH, Ojito nunca había viajado en auto, se sintió mareado, ni siquiera sintió cuando la amistosa veterinaria le auscultó y diagnosticó su frágil cuerpecito.
Tuvo que quedarse en la clinica por unos días, ya pensaba que su familia lo había abandonado, pero su alegria fue mayor cuando escuchó la voz de su amito que le llamó y le abrazó muy fuerte entre sus brazos, ya no se sintió solo, así nuestro amigo regresó a la casa rodeado de amor.
Hoy Ojito, desde lejos ve a sus amigas y las saluda no más, después de todo la amistad vale más que muchas cosas en el mundo.
Y colorín colorado este cuento ya lo he contado..!
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