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miércoles, 24 de abril de 2019

UN FANTASMITA EN JUEVES SANTO. CUENTO DE FLOR PATIÑO DE V.

Hola bienvenidos a los cuentos de Ojito Precioso.
Para los que visitan la página les aclaro que, en mi tierra Margarita, Venezuela, una isla ubicada geográficamente al norte de la tierra firme venezolana, abundan narraciones orales sobre hechos de fantasmas y aparecidos que, por esta época de la Semana Santa y días del mes de mayo, hacen su aparición en calles, caseríos y lugares de la isla.

Hoy les traigo una narración, como casi tdas las de esta página, de mi autoría, acerca de uno de estos pequeños personajes que conocemos aquí como "Chinamitos", y tiene su base en un hecho real ocurrido en el conuco de Marcelo Alfonzo, mi tatarabuelo.
 Bueno comencemos con la narración.


UN FANTASMITA EN JUEVES SANTO.

Corría el año de 1890, Marcelo cultivaba su conuco para mantener a su familia. Era un recio señor, un tanto moreno, más por el sol inclemente de la isla que por su piel. Estaba casado con una joven guaiquerí, con la cual tuvo a su hija Juana Irene, que era la niña de sus ojos.
Un día Marcelo se dirigió a su casa en La Cruz Grande, pero comenzó a sentirse un poco mal de salud. Llegó a la casa y el dolor subió en intensidad. Marcelo supo que su hora de marcharse estaba cerca y, pensó en varias cosas que estaban pendiente de hacer, pero, efectivamente durante la noche falleció.
 Así transcurrió el tiempo, los años se multiplicaron y la familia también, pero el conuco permaneció en manos de la familia, fue dividido a partes iguales entre los nietos. 
Ocurró que, como toda ley universal del progreso espiritual, por ley de existencia y afinidad, cada espíritu debe encarnar para lograr su progreso, y así, el espíritu recio de Marcelo volvió a tomar vida en la familia terrenal. Para esto, siguiendo su libro de vida firmó el acta ante testigos espirituales, le correspondió nacer en su amada tierra. Se sintió muy feliz de poder estar entre gente que lo amaría y cuidaría hasta que lograra tener la edad suficiente para cumplir la misión que le fue encargada.
El juez espiritual le asignó encarnar para completar una joven familia que ya tenía una niña.
Mientras esperaba en la sala espiritual para prepararse a ver la luz del mundo, miró hacia su lado notando la mirada penetrante y envidiosa de un espíritu que había tenido unas pocas horas de vida en su nueva existencia, teniendo que regresar casi de inmediato ante su molestia evidente, pues no le correspondía el turno de nacer motivado a su poco interés por estudiar en el plano espiritual que le había tocado. Aún su turno sería de largo alcance y eso lo disgustó muchísimo. Por lo cual decidió seguir a Marcelo y hacerle la vida imposible.
Un día, el espíritu, se apareció en el patio de la casa cuando Marcelo era un niño muy pequeño. Se paró debajo de una mata de taparo y, desde allí, comenzó a maquinar lo que iba a hacer para castigarle por quitarle su turno de ir a la tierra en esa familia.
Vio a la joven madre con el cuidado y amor que tenía por el niño, y estos gestos le enfurecieron más.
En una semana santa, el pequeño espíritu decidió molestar al niño para que este le siguiera a "jugar" con él entre los árboles de espina, porque sabía que estas pincharían la frágil piel del bebé, y así este se enfermaría y caería desde el portal del patio de la casa hasta el sembradio del papá de Marcelo. Hizo todo lo que pudo para lograr su objetivo pero, no contó con que, entre las personas de la casa, había un ser especial que lo podía ver y descubrir su jugada.
El fantasmita, llegó sigiloso ante el señor y le dijo para probar si podía verlo:
-Hola, soy el espiritu del pequeño Marcelo. Estoy dando una vuelta para cuidar el conuco.
El señor le contestó:
-No me mientas que puedo ver que no eres él. ¿Quién eres?
Viéndose descubierto el pequeño fantasma coloreó los ojos de rojo fuego, se agrandó ante los ojos del vidente y trató de asustarlo. pero, no contaba con que el señor sabía defender a las personas cuyos fantasmas osaran molestarlos, recordando le la ley de justicia y el cargo por castigo ante el juez universal. Esto asustó mucho al fantasmita que se arrepintió en el acto y desapareció del mundo real rumbo a su mundo de iguales, por lo cual el niño Marcelo pudo llevar su vida acorde a la misión que debía cumplir es su existencia.

Y colorin colorado esta narración ha terminado. Espero tus comentarios acerca de la misma
Chao, nos vemos en nuestro próximo post de los cuentos de Ojito Precioso.

martes, 21 de julio de 2015

EL POZO DESPRECIADO. Cuento por Flor Patiño de V.

Caía la lluvia sobre las dunas de arena blanca y fina en el camino que conducía a Guaraguao. 
Francisco, Chico como le decían los amigos, caminaba apresuradamente rumbo a la bahía.
 Bordeando las dunas, tratando de no alejarse del sendero marcado por los caminantes para no pasar cerca del árbol, donde según habitantes del poblado un "turco" se había quitado la vida colgándose de una mata en el lugar, Chico miró a ambos lados del solitario camino, a ver si otra persona venía y, así, se acompañaban para pasar las misteriosas dunas, que el viento levantaba de vez en cuando azotándole el rostro curtido por el sol de Margarita.
La lluvia comenzó a arreciar, el caminante se vio en la necesidad de doblar por el recodo que daba a un gran pozo de agua cristalina y atrayente a pesar de la lluvia. 
Desde su infancia, Chico había escuchado que no debía acercarse mucho a ese pozo de agua, pues según Margarito, su amigo y compadre, estaba "encantado", casi todas las personas del sitio, para recoger el agua clara se juntaban en grupos para poder ir allá, alejando los fantasmas que lo rondaban.
 Ahora se encontraba solitario, sólo el rumor lejano de las olas del mar se escuchaban susurrantes.
De repente, al levantar la vista hacia el borroso horizonte bañado por las gotitas de agua, divisó una figura de una mujer que se acercaba hacia donde él se encontraba, desde la otra orilla del pozo, Chico pensó que había venido con un grupo de personas a buscar el agua para calmar la sed, y no tuvo miedo.
 Comenzó a llamar su atención que, mientras más caminaba para alcanzarla, más lejos parecía que se encontraba la mujer, Chico, asombrado, la miró entrar al agua y caminar como si flotara sobre la misma,esta imagen hizo erizarsele todos los vellos del cuerpo, la mujer le llamó y llamó con un estridente chillido, que casi le ensordeció dejándolo paralizado, mientras la imagen se transformaba en un gran perro negro con grandes colmillos babeantes y agresivo que se abalanzó sobre el hombre.
Chico, en pánico total vio venir al gran perro, cuyos ojos rojos, cual brazas de fogón, le miraban fijamente acorralándole.
En ese instante, aparecieron cuatro mujeres con tinajones en la cabeza por el sendero que venían a buscar agua para sus oficios diarios, encontrándose la escena de terror, por lo cual comenzaron a gritar y correr para no tener que enfrentarse al perro de ojos rojos, dejando los tinajeros regados en la orilla del pozo.
Esto hizo que Chico reaccionara alejándose en veloz carrera del pozo despreciado en pos de las mujeres, que ya cruzaban el recodo a gran velocidad.
El corazón latía tan rápidamente que Chico creyó desfallecer, sólo logró tomar algunas bocadas de aire al juntarse con el grupo, que se paró a respirar porque no podía continuar del agite de la carrera y el terror.
_ ¡Comay no me dejen aquí solo, espérenme! gritaba Chico cada vez más ronco por el esfuerzo.
-Qué hacías tu solo ahí, mijo querido?- le preguntó la más vieja del grupo.
-Estaba guareciendome de la lluvia, cuando ¡apareció esa mujer en la orilla!- 
-Mujer, ¿cuál mujer? Yo lo que ví fue una fiera de perro ¡que te estaba atacando!- dijo casi como murmullo la mujer.
-Por eso es que no se puede venir solo al pozo "despreciao" porque aparece el espíritu maligno....
y colorín colorado este cuento ha terminado

miércoles, 13 de agosto de 2014

"MICHELLE" HA REGRESADO. RELATO POR FLOR PATIÑO DE V.

Por este tiempo de agosto, casi todos los años, se hace más notoria la presencia etérea del espíritu del esclavo Michelle.
Desde que vivo en el antiguo conuco de Marcelo Alfonzo, mi tatarabuelo, ha tratado de revelar su presencia.

Recuerdo que, cada vez que cosía, justo detrás de mi, sentía su presencia, ó, al mirar hacia atrás, lo observaba muy cerca con su risa de niño grande, sus pantalones blancuscos,  torso musculoso, y grandes aretes de oro. Por algún tiempo, dejé la costura muy tarde en la noche por no sentir la incomodidad de su mirada sobre mis hombros, pero, me acostumbre a su presencia, ya no le tengo miedo.
Michelle no había podido conversar conmigo, hasta ahora que consiguió la manera de hablarme.
Ocurrió que hace unos días, descubrió que mi esposo tiene una facultad que él puede utilizar y lo hizo.
Michelle llegó fresco, como una brisa marina suave, contó su historia, que hoy la comparto con uds:
"Quiero que sepan que fui un esclavo, tenía 15 años cuando me vendieron a un comerciante y me separaron de mi madre, ella no sabía a donde me llevaron, le dijeron que estaba en una hacienda lejana pero era mentira, mi cuerpo, está enterrado aquí, porque mi amo, me dejó cuidándole su tesoro. 
Desembarcamos de un galeón,nos hizo caminar monte adentro con una carga muy pesada, en esta isla que no conozco, con otros compañeros de infortunio.

Al llegar a un lugar alejado de la costa, nos hizo cavar un hueco muy profundo, allí ordenó meter los fardos pesados, dijo que bajara a acomodar bien los cajones, en un descuido, me golpeó con un palo muy fuerte en la cabeza, perdí el sentido, creyeron que estaba muerto, cubrieron todo con tierra y, yo ya no pude salir,no pude respirar, nadie vino en mi rescate, aquí he estado por todos estos siglos, quiero que me ayuden a salir sin que mi amo se entere que dejé de cuidar su tesoro,él no me perdonará..!" Continúa su relato: "sólo hay una condición..."
Michelle, es parte de la historia de este conuco, después de 500 años cree que está vivo y busca a quien quiera sustituirlo en el entierro para él poderse marchar, algo poco probable, después de todo es "un entierro condenado" y todos, en Margarita y el Caribe saben lo que significa sacarlo, no estamos en el siglo XVI.
Espero que, luego de aconsejarlo sobre su estado espiritual, pueda buscar la paz sin hacer daño a nadie, pueda encontrar la luz al final del oscuro túnel que aún piensa existe a su alrededor. 
Michelle ha regresado para irse en paz con sus afines...! Y el tesoro, sólo son quimeras que se llevó el viento..."

domingo, 8 de diciembre de 2013

UN ENTIERRO "CONDENADO". CUENTO POR FLOR PATIÑO DE V.

Según la tradición oral de Margarita, existen muchos entierros llamados "condenados", distribuidos por la geografía insular.

Se les dice "condenados" porque el dueño del entierro o tesoro, digamosle así, mandaba enterrar dicho tesoro lejos de la casa o lugar de habitación donde nadie supiera ni pudiera encontrarlo, se hacía acompañar por sirvientes o esclavos a su servicio, los cuales asesinaba para que "cuidaran" el famoso tesoro hasta que él los liberara de este martirio, a través de misas u otra ceremonia.
 Muchas veces ocurría, que el dueño moría y se perdía la relación con el sitio donde se sepultó el oro..Este entierro condenado, se sabía que estaba allí, porque una "luz" aparecía donde se suponía que estaba el metal precioso.
Ocurrió que, según contaba mi abuelo, en el patio del conuco, había un lugar señalado donde aparecía una gran "luz" azul, que se paseaba por sobre los tunales y espinos hasta posarse en el pie de una frondosa mata de mango.
Por varios días, a eso de las 9 de la noche la observó. Un día, la siguió y la luz explotó y desapareció al llegar a esa zona del sendero.Según decían los viejos, ese tesoro estaba enterrado desde que los piratas atacaron estas islas en épocas de la colonización española.
 La historia oral contaba que, un gran barco francés de piratas, pasó cerca de Margarita en época de huracanes, es decir, entre el mes de junio y noviembre, cuando quedó atrapado en medio de la tormenta, el navío quedò muy golpeado haciendo aguas. Este barco llevaba un gran tesoro, de los saqueos a puertos de pueblos vecinos y, el capitán filibustero, para proteger su riqueza, decidió desembarcar por la bahía de Los Cocos, desde donde hizo caminar, con su carga tan pesada, a varios esclavos que llevaba a bordo, hasta un lugar que consideró seguro, muy lejos del mar, allí cobaron y enterraron el tesoro conjuntamente con los fieles esclavos negros, entre ellos, uno conocido con el nombre de Michele, con su gran perro, un mastín negro
Por siglos, los espíritus de estos esclavos han estado "atrapados" en el tiempo, siempre pendientes de cuidar dicho tesoro, apareciéndose a las personas que poseen el don de "verlos", a los cuales se arriman buscando convencerlos para que "saquen" el tesoro y puedan ellos descansar en paz, pero, dicen en Margarita los entendidos en estas cosas que, para desenterrar dicho tesoro, se debe sacrificar a una persona para que quede en lugar del muerto que lo cuida, por eso nadie quiere sacarlos de pena por toda la eternidad.
Por más de 400 años, dicen está en el conuco viejo dicho entierro "condenado", y,cuando llega el tiempo de tormentas y huracanes, Michele aparece por el patio del lugar, acompañado por su perro, con su atuendo de pantalón blanco, con grandes aretes de oro en las orejas y una gran musculatura, buscando quien lo pueda ayudar para salir de pena. 
Cuando iba con mi familia de paseo al conuco de mi abuelo,veìa a este esclavo parado en el patio. Al principio me asustaba cuando lo veía reírse y mostrar sus dientes tan blancos cerca de donde me encontrara haciendo cualquier actividad, pero, ya no le tengo miedo, porque es como un niño grande que sólo quiere libertad, y al cual se le han dado consejos, pero él sólo piensa en que su amo volverá y no lo encontrará en su puesto sobre los baúles y lo castigará...! Pero Michele, a veces, ha prevenido algún acontecimiento que se ha podido presentar...se siente tan solo en la oscuridad y "espanta" a quien se cuela con intenciones de perjudicar a sus amigos.
Entierros "condenados" hay muchos por las costas de Margarita, todos son mitos y leyendas de este pueblo insular.

VISITANTES DE LA CUEVA DEL GUACHARO. CUENTO POR FLOR PATIÑO DE V.

En mi casa siempre se tuvo una visión especial sobre los  fantasmas diferente a otras familias, nos enseñaron a verlos como hermanos espirituales que necesitaban ser encaminados para asumir su "desencarnación" o muerte,quizás por ser estudiantes del espiritismo luz y verdad.
 Mi abuelo Mercedes tenía el don de ayudar a mucha gente que acudía en busca de orientación sobre problemas espirituales,y no era acto de brujería ni hechicería,nada de eso, presencié, siendo pequeña como muchas veces  llevaban a personas en crisis de locura y solo con conversar con él o ella lograba calmarlo, además  leyendole un poco sobre espiritismo retiraba al hermano espiritual que lo molestaba, más sin embargo, nos asustaba escuchar cuentos sobre los conocidos "espantos" de La Chinigua, la LLorona, o cualquier otro de esta tierra margariteña.
 Mi tía María tiene un don especial sobre las cosas "particulares" que puedan no tener una explicación científica. Todos tenemos como ese sexto sentido que nos previene sobre cosas a ocurrir o tener la facultad de ver y escuchar a quienes ya no están, pero nunca había conocido, personalmente, a alguien tan especial en ese aspecto como mi esposo Carlos.
Hace unos cinco años decidimos ir de vacaciones al estado Monagas, específicamente a Caripe del Guácharo, es un pueblo maravilloso con un clima frío, alquilamos una cabaña en lo alto de las montañas que rodean a Caripe, en un hotel muy lindo. 
Cuando llegamos me fascinó lo bonito de la cabaña que nos asignaron, estilo casa de muñecas, quedaba en lo más alto de la loma del hotelito.
Al entrar en ella notamos que hacia mucho frío y que había varias velas en la sala y cocina, luego entendí que la luz se iba varias veces y por esto lo de las velas y ya pensaba que "era" otra cosa.
 Al abrir la puerta trasera de la casa notamos que había un parquesito con bancos y columpios pero me dio desconfianza, no dije nada, volví a cerrar  la puerta aun cuando era temprano y había sol. La habitación quedaba en el segundo nivel  de la cabaña. Bueno, nos pusimos cómodos y comenzamos a planificar lo que haríamos: visitar la famosa cueva del Guácharo y otros lugares de interés.
A la mañana siguiente muy temprano, nos recogió el taxista para llevarnos a la cueva., desde lejos pude notar su encanto. 
Había ese día mucha gente visitándola.Personas de varias nacionalidades, una mezcla de culturas entusiasmados por estar en la famosa Cueva del Guácaharo.
 A Carlos le llamó la atención al bajarnos del auto, una gruta que se encontraba justo al frente cruzando la avenida y fue hasta allí para mirar. Se trataba de un altar donde se velaban imagenes y fotos de personas que habían fallecido al ser atropelladas en ese lugar.Había velas, veloncitos y toda clase de ofrendas, hasta peluches de niños. La gruta me dio escalofríos y... allí comenzó todo.
El me dijo que ahí estaba la muchacha y el sr que alumbraban en las fotos de dicha gruta, que querían decirle algo...lo miré y le dije que mejor volvieramos donde estaba toda la gente que en ese momento se agolpaban ante la entrada del monumento nacional de Monagas.

Cruzamos de nuevo hacia la Cueva del Guácharo y noté que Carlos comenzó a verse "diferente" ya no con el ánimo que traía del hotel, bueno, pensé que le había molestado algo de lo que vió arriba.. 
Dimos vueltas alrededor de la entrada de la cueva pero no nos decidímos a tomar un recorrido ese día. La impresionante entrada y oscuridad reinante luego de unos metros de la entrada me dio miedo. 
Mientras Carlos comenzó a caminar por los senderos como si ya hubiera estado allí. Antes de irnos del lugar decidió mirar de nuevo la gruta y esta vez no lo acompañé sino que observé los alrededores llegando hasta una placa de piedra en relieve sobre un sacerdote español del siglo XVIII quizás. Lo estuve  observando por un rato y noté que había sido alguien alto que usaba camisa blanca con volado, como los conquistadores españoles y me pareció una figura conocida. De regreso al hotel Carlos siguió un comportamiento no usual en él.
Le molestaba cualquier cosa y no se sentía contento, fue al parque que teníamos en la parte de atrás de la cabaña y comenzó a jugar con "alguien allí" mientras yo hacia la cena. 
Escuchaba risas y gritos y pensé que a lo mejor habían llegado huéspedes con niños a alegrar ese triste parque solitario lo llamé para comer y estaba solo. Al terminar de cenar se fue a ver televisión en la habitación y lo escuché  conversar con "alguien".Al subir a la habitación me dijo sentirse mal. Lo vi  como el hombre de la imagen de la cueva, la misma barba alargada y la camisa de volados, pensé que estaba cansada y veía cosas raras. 
Esa noche Carlos tomó su cobija y se fue a dormir en un pequeño catre que quedaba en la cocina arropado de pies a cabezas y por nada quiso volver a la habitación porque lo estaban "molestando" los que había visto en la entrada de la cueva.. 
Comencé a preocuparme y pensé en lo que hubiera hecho mi tía en esos casos pero no tenía nada a la mano así que esperé se le pasara.En ese momento para empeorar las cosas se fue la luz...! OOHHH! que noche...

TAMBORES DE MEDIANOCHE. CUENTO POR FLOR PATIÑO DE V.

Hace algunos años, me dediquè por completo a reorganizar la banda musical del colegio donde trabajaba, el Grupo Escolar "Estado Zulia", ubicado en el centro de la ciudad de Porlamar.
Dicha banda, la "ZULIAMAR" era una gran agrupaciòn para compartir, formar a los niños y adolescentes con aptitudes musicales, ademàs del baile y otras actividades culturales a travès de valores como la responsabilidad,la amistad entre otros.
 Cada año, se celebraba el aniversario de dicha agrupación, con un gran desfile al amanecer del 5 de julio, por lo cual para hacer las cosas mas cómodas para todos, era costumbre pernoctar en la edificación escolar.
 Era muy divertido ese compartir entre niños, niñas, padres, maestros, representantes, en fin que lo menos que se hacia esa noche era dormir. 
El Grupo "Zulia"  es conocido por poseer una gran estructura hecha en los terrenos del antiguo cementerio de la ciudad, ademàs  las apariciones de fantasmas en esa edificaciòn son del dominio de los habitantes de Porlamar. 
Por varios años nos quedamos a dormir la noche del 4 para el 5 de julio sin incidentes. Pero...
En el IX aniversario de la banda, luego de la practica de instrumentos, la cual terminò pasadas las 8 de la noche, nos dispusimos a descansar, para lo cual, se acondicionaron cuatro aulas ubicadas en el ala norte de la escuela, dos para los mas pequeños, acompañados por varios representantes y dos para los más grandes: una para los niños y otra para las niñas; el personal de Comité se ubicó en el pasillo de las aulas. 
Justamente mi colchoneta quedo ubicada de frente a la escalera que conducía al piso superior, y traté de pensar en otras cosas y no en los cuentos que me habían contado sobre aparecidos, mis compañeras, ubicaron las suyas al frente de la puerta de cada aula, por si algún niño o joven necesitaba algo en la noche, pero sin alejarse mucho unas de otras.
Al comienzo todo era risas, bromas, los màs pequeños se durmieron ràpidamente, sòlo los màs grandes gastaban bromas a sus compañeros, por lo cual tuve que cambiar a algunos hacia la otra habitaciòn.
Como había muchos niños y jóvenes en grupo al apagar la luz del pasillo o habitación  gritaron al unisono,y se cubrieron con las sábanas, sin embargo uno de ellos continuo haciéndole  bromas a los demás. 
Luego de media hora, comencè a escuchar los tambores en la habitaciòn de los màs grandes, les alertè que dejaran el toque pero continuaron, me levantè de nuevo y al llegar a la puerta del aula...casi me derriban los ocupantes de la habitaciòn en veloz carrera, ya que los tambores comenzaron a ser tocados sin explicaciòn.
Armándonos de valor, el joven Comandante, sus ayudantes y yo, asomamos la cabeza para observar hacia el depósito de instrumentos en el aula, y ¡allí estaban como los habíamos dejado al terminar la práctica!, sin embargo, el ton ton tum continuó en el patio interno del colegio.
 Corrimos hacia los grandes ventanales del aula y pudimos escuchar la practica de los tambores alejándose como murmullos. En ese momento comenzaron a llorar los perros de las casas de los alrededores. 
Mis compañeras de Comitè que estaban en el pasillo decidieron juntar a todos en la habitación de los mas pequeños, quienes continuaron durmiendo sin problemas, los demás, luego del susto, trajeron las colchonetas y se quedaron en silencio ...Luego de varios minutos se dejaron de escuchar los ecos de dichos instrumentos...Afortunadamente los muchachos y muchachas pudieron dormir esa memorable noche y en la mañana hicimos nuestro recorrido de alegría por toda la ciudad...
En mi amada escuela hasta los fantasmas gustaban de la mùsica de la "ZULIAMAR"

MIS "EXTRAÑOS" COMPAÑEROS DE JUEGO. CUENTO POR FLOR PATIÑO DE V.

Los fantasmas han existido desde siempre, desde el mismo momento en que el hombre tuvo un encuentro con esos seres ancestrales "fantasmagóricos" que trataron de comunicarse con él, desde que "vio" a personas que habian muerto y seguian creyendo que estaban "vivas".Las "facultades" medianimicas se obtiene por esfuerzo propio y no deben utilizarse para hacer maldades en el mundo. Como es sabido, mi familia fue fundadora de la Cátedra de estudios espiritas, por allá por los años treinta, cuando un grupo de pioneros en estas artes, trajo las ideas de Trincado y Kardec hasta Margarita, y desprendiéndose de prejuicios religiosos, comenzaron sus reuniones hasta organizarse y obtener sus bases legales de acuerdo a la Cátedra Principal.
Al inicio de los estudios filosóficos en Margarita, se manifestaban muchas "facultades" en personas, que la medicina no podía explicar, gente que buscaba un auxilio para algo que no comprendia muy bien, llegaban a la Cátedra o casa de habitación de los fundadores, para obtener esa orientación espiritual que les permitía volver a su rutina de quehaceres diarios. A través de lecturas y consejos por parte de los hermanos que estaban al frente de ella, entre ellos mi abuelo Mercedes, el señor Patricio Fernández, Ildefonso "Poncho" Rivera ,Isidro Marcelino Alfonzo, Marcelino Alfonzo, en fin, muchas personas que por aquel tiempo comenzaron a estudiar el Espiritismo Luz y Verdad, las personas que asistian lograban canalizar sus inquietudes,se les explicaba  lo que les sucedía y seguían acudiendo a las reuniones donde  comenzaban a estudiar los libros de la escuela.Así iba creciendo la comunidad espiritista de Porlamar.

LOS VIEJOS FANTASMAS DEL GRUPO ZULIA. CUENTO POR FLOR PATIÑO DE V.

El grupo Zulia, en la Isla de Margarita, es una imponente edificación hecha durante el gobierno del presidente Medina en 1946. Escuela tipo república o estado, por lo cual lleva el nombre de "Estado Zulia".
 Cuenta la gente del Pueblo de La Mar, que fue construida sobre los restos del cementerio viejo de Porlamar, y que por eso los fantasmas rondan por sus largos pasillos.
  A esa querida escuela llegué a los 6 años de edad a cursar el kínder, en donde recibì las primeras nociones sobre sus Fantasmas, luego pasè a estudiar la primaria y, mucho más tarde, pasé a formar parte de su personal docente por 30 años.
       Cada año que pasaba, el personal que allì laboraba contaba historias nuevas sobre "aparecidos" en cualquier area del mismo colegio.Durante las horas del mediodía, entre la salida y entrada de los turnos de clase, sucedían hechos insólitos, y se lo achacaban a los fantasmas que habitaban dentro de ella.
 Veían personas fallecidas que habìan laborado en la escuela y, decìan, que  en el baño de la planta sur un "fantasma" habia atacado a una señora de las de limpieza y la habia dejado tirada en el suelo sin poder hablar, se escuchaban ruidos de puertas y ventanas que se cerraban, rodaban los pupitres como cuando se hace limpieza, en fin muchas cosas que hacìan poner los "pelos de punta" a quienes lo escuchaban.
Relataba el antiguo director, que muchas veces debìa quedarse hasta tarde en la oficina, y con las ventanas cerradas entraba una ràfaga de aire fuerte que le cerraba los libros y le volaba los papeles del escritorio y entonces èl entendia que debìa marcharse a su casa.
     Igualmente los trabajadores del turno nocturno  veían pasar una mujer vestida de blanco, de una ventana a otra del pasillo sur y esto causaba pánico entre el grupo de alumnos y profesores, por eso durante la noche no se trabajaba en ese lado del colegio, pero a pesar de los fantasmas, la escuela siempre ofreció para mi un clima de paz y tranquilidad, y en ella se obtenìa la mejor enseñanza pedagógica de toda la isla.
 Un día, hace 4 años, mandaron desalojar su vieja estructura, dijeron que no era segura, y comenzò a perder su esplendor del pasado, de 3000 alumnos pasò a tener 900, sus amplios pasillos, sus espaciosos salones quedaron vacios para regocijo de los  viejos fantasmas, quienes sienten que pueden seguir "asustando" a quienes quieran quedarse en sus predios.

LA CHINIGUA ENAMORADA. CUENTO POR FLOR PATIÑO DE V.

Siendo yo muy pequeña, mi abuelo reunió a todos los nietos para contarnos una historia de fantasmas mientras esperábamos que volviera la electricidad a la calle donde vivíamos. 
Mi abuelo era especial, trabajador incansable, conocía muchas facetas de la vida, a veces nos ofrecía sesiones de "magia" que había aprendido en sus innumerables viajes a lugares remotos, era incansable viajero de los caminos.
 Siempre nos hablaba del Africa y lo que vivió en el Canal de Suez, nos contaba de Marsella y de Arabia, nos hacía soñar con esos lugares que él describía tan bien. 
Narraba cuentos espectaculares, los que mas nos gustaban eran los de La Chinigua, esa mujer que perseguía a los hombres esperando encontrar a su amado, y que en noches como aquella sin luz, nos fascinaba escuchar para luego escondernos en las faldas de nuestras madres y tías,para no escuchar el lamento al pie del chinchorro.


"La Chinigua, decía mi abuelo, es el espiritu errante de una mujer enamorada que vivió prendada del amor de un hombre con muchos defectos, entre éstos el tener demasiadas mujeres a sus pies, la pobre mujer no creía cuando su madre le decía que no era hombre para ella, sino que ella creía ciegamente en él, cada día esperaba con ansías su visita, hasta que no volvió jamás.
 Ella se quedó esperando su regreso, y él se marchó con otra mujer, enfermó de nostalgia, no comió y se dejó morir, su espíritu vaga por toda la eternidad,  persiguiendo a todo hombre que enamora a dos mujeres a la vez, la Chinigua le aparece y hace ver que es una de las novias que el infiel visita y lo espera en cualquier punto del camino por donde ha de pasar". 
Seguía contando mi abuelo esa noche oscura: "Cuando todavía no había luz en Margarita, la gente se recogía temprano en sus casas, los hombres enamorados visitaban a sus novias a eso de las seis de la tarde, cosa que no los agarrara la "oscurana" de regreso, tomaban el camino más corto hasta su hogar, como no había luz aprovechaban la claridad de la luna, caminando rápidito por el cardonal que bordeaba el sendero hasta pasar cerca de una pila donde se recogía el agua par los oficios de la casa. 
Varios habían visto la aparición de la Chinigua cerca de la pila y nadie a las 9 de la noche se acercaba allí, pero cualquier hombre que pasara a esa hora después de visitar a su amada, veía sentada a una mujer igualita a la novia, con el pelo largo extendido que lo llamaba y cuando éste se acercaba se le transformaba en puros huesos y con el pelo, decía mi abuelo, comenzaba a "echarle cuero"( castigar) hasta cansarse y el pobre hombre caía en un estado de crisis y fiebres por muchos días y había que buscar a quien le pudiera santiguar y quitarle a la Chinigua de encima"
Todos nos quedábamos en silencio sin querer mirar a nuestro alrededor, pues creíamos tenerla detrás hasta que mi abuelo decía: "No se asusten que ya ha vuelto la luz, y eso sólo ocurría cuando la planta de luz no funcionaba en Porlamar..." 

EL CHAURE. Cuento por Flor Patiño de Velasquez

    En Margarita, las aves nocturnas, que generalmente emiten sonidos o cantos cerca de rancherìas o poblados, son tomados como aves de mal agüero, es decir, aves que anuncian algún hecho desagradable o a veces la muerte de alguien.
        Es el caso de un ave, parecida a un gran búho blanco o plateado brillante,conocida en la isla como el CHAURE, que al pasar sobre la casa y cantar, los residentes se asustan y creen que ha anunciado la muerte de un ser cercano.
        Un día un gran Chaure, siguió la ruta que le habían enseñado sus ancestros.
        Desde su morada en el cerro del Piache se desplazaba siguiendo su antigua ruta a través de un gran árbol de mango, esta ruta la habìan marcado sus anteriores parientes guiàndose primero por los àrboles mas altos, como la mata de mango, luego a la mata de olivo, la mata de acacia y así sucesivamente hasta llegar al mar. Cuando sus antepasados chaures hacían el recorrido, no había casas ni poblados sino una gran sabana que marcaban los árboles ya mencionados, sin embargo el ave emitia sus cantos nocturnos que algunos en la aldea solian escuchar.. 
        Un indígena guaiquerì, llamado Charaima, construyó su vivienda cerca de la gran mata de mango en la ruta del ave nocturna, allí, se mudó con su familia, pero, no sabia que el árbol era una de las marca para que el chaure no se perdiera por el camino hasta el mar.
       Como no habìa luna,  cuando oscurecía,la familia de Charaima sólo se alumbraba con una pequeña braza del fogón.Para pasar el rato hasta la hora de dormir los niños y adultos se reunìa alrededor de las llamas del fogòn en el patio del rancho. Todo era silencio mientras los mayores contaban sus cuentos, sòlo se escuchaba la voz de Charaima que contaba  a sus hijos acerca de los animales del monte que el conocìa. Imitaba los sonidos de los grillos, de algunas aves para que los niños pudieran distinguirlos cuando los encontraran, de repente vieron aparecer al Chaure que se posò en el àrbol de mango y emitiò su lùgubre sonido, posando sus ojos grandes inexpresivos sobre los habitantes del hogar. Extendiò sus alas y aleteò cantando su tonada.
Todos se asustaron con la apariencia del animal, corrieron hasta la vivienda y se asomaron por alguna ventana a verlo, menos Charaima, a quien el chaure habia encantado con su plumaje vistoso y fantasmal.
       El Chaure dijo a Charaima:
     - Cada vez que pase por aquì y me detenga a cantar ante tu rancho recibiràs malas nuevas, es solo un aviso para que sepas lo que te deparà el futuro!.Pero- continuò el chaure- cuando solo pase  sin detenerme no ocurrirà nada.
      Charaima contò a su familia lo que le dijo el Chaure. Se asustaron mucho y cada noche buscaban por si aparecìa el ave ululante...
     Asì, de tiempo en tiempo, Charaima observaba pasar al chaure, pero este no cantaba ni se posaba en el àrbol, hasta que, unos años despuès, su mujer enfermò, y al dìa siguiente el gran chaure se posò en el àrbol de mango y desplegando sus alas plateadas cantò lugubremente.
-¡Chauuu!!Chaauuuuuu!!
        Charaima lo mirò alzar el vuelo y supo el destino de la enferma. En la noche su mujer se agravò y muriò.
         El indìgena se sintiò muy triste y contò a sus familiares, en el sepelio de su esposa, de còmo el chaure habìa cantado la noche pasada sobre la casa, anunciando la muerte.
        Es por esto que cada vez que pasa el chaure sobre las viviendas, las personas que lo ven estàn pendientes por si canta y anuncia la despedida de este mundo de algùn familiar o conocido.

jueves, 31 de enero de 2013

LA LLORONA DE MARGARITA. Cuento Tradicional por Flor Patiño de V


La tradición oral margariteña es muy rica en cuentos, acerca de fantasmas y aparecidos, creados por la imaginación del pueblo, y,quizás, por la total oscuridad que rondaba en todos los sectores en épocas pretéritas sin alumbrado eléctrico.
 Un "fantasma" muy conocido era "La Llorona", el fantasma de una mujer que perdió a su hijo y salía en las noches oscuras, sobre todo del mes de mayo, dando lamentos por no poder encontrarlo. 
Durante mi niñez, escuché muchas versiones de la aparición de este fantasma, quien asustaba "al más pintao",como diría mi abuelo Mercedes.He aquí uno de esos relatos:
Una noche  lluviosa, mi bisabuelo Marcelo Alfonzo tuvo que ir hasta El Valle a una diligencia urgente, salió a pie, ya que no había otra forma de transportarse, a eso de las tres de la tarde, por el camino real desde La Cruz Grande donde vivía, no pensaba quedarse mucho por allá, pues no quería lo agarrara la noche en el viaje de retorno. Marcelo era un hombre que no tenía miedo a andar por esos montes, pero no quería encontrarse por el camino nada "especial" pues.Fue hasta El Valle, a la casa de su familiar, por allá por el lado de la caja de agua y aún cuando era su intención no tardarse, durante el regreso el sol se ocultó temprano y comenzó a llover.
 Al llegar al recodo del sendero que seguía,no pudo pasar motivado al pantano que se había formado y tuvo que desviarse hacia la vereda que daba al paso del riachuelo, por el sector conocido como "La Guillotina", ya faltándole poco para llegar a su casa. 
Trató de pasar el río, pero en ese momento la lluvia arreció y no le quedó más remedio que guarecerse en una pequeña choza que había en una tejería cercana, que a esa hora estaba vacía y silenciosa. 
Marcelo esperó un rato mientras la lluvia caía más fuerte y, de repente, pudo ver a lo lejos a una mujer que se acercaba corriendo con un niño. Pudo verla cuando entró a la casita de barro donde guardaban los adobes hechos de arcilla.
Pensó que era muy tarde para que una mujer andara sola con un niño en brazos por ese rumbo,y además con ese chaparrón que no amainaba, pero algo le hizo poner los pelos de punta,al tratar de verle la cara y no encontrársela,Marcelo se agazapó debajo de las mesas donde estaba muy asustado y no hizo ruido para que la mujer no lo viera. Ésta, estaba vestida totalmente de blanco, con un paño tapaba su cara cadavérica, sacó un chinchorro y lo ató a la viga del techo, acostó al niño y comenzó a mecerlo muy fuertemente. El niño lloraba y la mujer comenzó a lanzar lamentos estremecedores que hicieron encogerse aún más a Marcelo en su escondite. Este trató de tapar sus oídos pero, el grito de la mujer era ensordecedorEl miedo se apoderó del caminante, quien, en un instante de valentía, saltó y corrió pasando el riachuelo sin mirar atrás mientras, La Llorona,  al verlo en carrera gritó  aún más y su lamento parecía estar en todo el espacio. Marcelo corrió, corrió y su casa parecía cada vez más lejos, sin embargo al llegar a la entrada del pueblo algunos conocidos le ayudaron y pudieron escuchar en "los elementos" el llanto de la Llorona. Marcelo no pudo pararse en varios días por la fiebre tan alta que le ocasionó La Llorona, pero no se le ocurrió entrar a guarecerse de la lluvia en ninguna parte, más nunca, así se cayera el cielo de tanto llover no se detendría hasta llegar a su casa.
 Así me lo contaron mis abuelos que pasó en Margarita, por el año de 1890 según, y yo se los cuento a Uds.

LA BRUJA DEL FARALLON. CUENTO POR FMPDV


Hace muchísimo tiempo, en nuestra niñez, los mayores nos contaban cuentos que habían oído a sus padres o abuelos, y que pasaban a la generación siguiente, intactos, pues de tanto contarlos se fijaban en nuestra mente. Uno de esos cuentos, era referido al farallón, ese islote ubicado frente a la playa de Moreno, quien era punto de referencia para cualquier navegante.Contaba ese mito que cualquier niño o niña que se portara mal,debía esperar la visita de un ser muy malo, una bruja, que habitaba en el solitario farallón, quien en una noche oscura aparecía en la habitación del niño y se lo llevaba "volando" por el espacio hasta el islote, donde lo dejaba sin tomar alimentos y lo metía en una cueva existente allí, desde donde nadie podía salvarlo, solo por haber sido desobediente o altanero con sus mayores. Igualmente, si una niña no tenía el hábito de peinarse, le decían que se parecía a la" bruja del farallón", quien se la llevaría si no lo hacía a diario, por supuesto que la niña lloraba y lloraba y corría a su habitación a buscar un peine o cepillo y "domar" su cabellera ondulada. Esta "bruja" del farallón todavía vive en la memoria de quienes nacimos hace unas cinco décadas atrás, tiempo en que ingenuamente "creíamos" en lo que nos contaban nuestros padres o familiares, para que fuésemos obedientes, y tuviéramos hábitos de salud diaria.
Hoy recuerdo con cariño este cuento de la famosa "bruja" del farallón.

jueves, 24 de enero de 2013

EL TESORO DE GENOVES. Cuento por Flor Patiño de V


Margarita, mi isla es rica en historias, mitos, leyendas sobre tesoros y entierros de la época de la conquista y de la independencia.
En un sector llamado Genovés vivía una joven pobre que cada noche era "visitada" por un espíritu el cual le decía:
"-Margarita, quiero que saques el tesoro que tengo enterrado en el patio de tu casa. No quiero que sigas pasando necesidad, asì que saca el tesoro.¡¡ Es para Ti!!."
Cada noche, durante el sueño, siempre le aparecía el espíritu y le repetía lo mismo.
Una noche le susurró de madrugada, las señas donde se encontraba dicho tesoro, ésta se armó de valor y siguió la voz  hasta donde se encontraba la empalizada de cardones y, entonces, vio la luz azul que se desplazaba sobre los tunales, ésta fue creciendo, creciendo hasta parecer una estrella brillante, mientras ella la miraba y, ¡passhh! explotaba ante sus ojos.
 La joven corrió asustada hasta su chinchorro y se tapó con la colcha de pie a cabeza temblando de miedo y apretando mucho los ojos para no mirar .Esperó con ansias que amaneciera y el sol disipara su pavor. 
Margarita moraba en su pequeña casa de bahareque con su vieja madre a la cual le contó  a la mañana siguiente, sobre lo que habìa visto cerca de los cardones y tunales del patio. Esta le dijo: -Hija ¿ cómo haremos para sacar ese entierro? somos sòlo dos mujeres casi sin fuerzas para cavar!!!
 Cansada de que el espíritu le hablara todas las noches y no la dejara dormir, decidió buscar a alguien de confianza que le ayudara a desenterrar el tesoro.
En ese tiempo, había una gallera cercana a su casa y una casa de citas, asì que ni pensar en estas personas para ayudarlas, un poco màs retirada, se encontraba la casa de Chicho el vecino más cercano.
 Se apersonò en casa de su vecino Chicho y le contò su historia.El sr se brindò al instante para ayudarla a sacar el tesoro, quedando en encontrarse en horas del mediodia cuando no hubiera nadie por los alrededores.
Margarita caminò por la vereda del patio de la casa a eso de las 12 del medio dìa, sòlo escuchaba el canto de algunos pàjaros en la distancia. 
Levantò la vista y vio venir al Sr Chicho, ataviado con un sombrero de cogollo y un pico en el hombro. Èste sonrio al mirarla esperàndole en el lugar acordado: ella le dijo
_Este es el lugar Sr Chicho!! Aquì me dijo el muerto que estpa el entierro!!
Chicho comenzò a cavar y cuando llevaba casi medio metro de profundidad, sin que Margarita se diera cuenta, lanzò una piedra hacia los matorrales que hizo volar a los pàjaros con gran escàndolo, tomando a la joven desprevenida. Saltò del hueco y le gritò:
-Corrre Margarita que nos agarra el muerrtoooo!!! salendo en veloz carrera. La muchacha corrió tan velozmente como sus piernas le llevaban, cayéndose varias veces entre los cardones. Chicho corrìa adelante hasta perderse en la distancia, por otro lado del camino. Llegòa su casa y como la madre no estaba saliò en su busca en casa de un familiar en el centro de Porlamar.
Chicho, escondido entre los matorrales observò que la muchacha saliò de la casa y caminò hacia el camino real. Saliò de su escondite, volviendo hacia el lugar donde habìa comenzado a escavar  encontrando una gran tinaja, con unas letras, llena de cadenas y monedas de oro, las cuales guardó entre unos trapos que había llevado consigo. Tapó el agujero y se fue a su casa como si tal cosa.
 Llegó muy entusiasmada a lavar las joyas en una ponchera y comenzó a hacer planes con lo que harìa con el dinero, ah por supuesto ni una palabra a la muchacha sobre lo encontrado.
A las 5 de la tarde, mientras Chicho lavaba las prendas, llegò la muchacha a conversar con èl, lo observò lavar las joyas y se sintió tan mal y defraudada que no le dijo nada ni hizo notar su presencia.
Llegó a su casa cabizbaja y no le dijo nada a su madre. Pasaron los dìas y Chicho comenzò a sentirse muy mal de salud. No podìa comer, sentìa un gran dolor que no se le calmaba con nada.
 Cada vez que se sentaba a la mesa, conseguìa entre la comida, agujas y cosas punzantes. Cada ida al mèdico era un gasto muy grande. Las inyecciones que le mandò el galeno, sólo las conseguìa en Trinidad y cada inyección costaba 100 bs de los de aquel tiempo. Comenzó a enflaquecer y a volverse huraño, todo el dinero que le dieron por las prendas se lo gastò en mèdicos y medicinas,todo, hasta que no gastò el ùltimo bolìvar no sintió ninguna mejoría, todo por su avaricia y mala intención.
 Al borde de la muerte, mandó por Margarita para pedirle perdón  pero ya el mal estaba hecho. No pudo volver a caminar.Desde un lugar, en otra dimensión  el dueño del tesoro sonriò satisfecho.

el Cine arte

  HOLA, HOLA BIENVENIDO A NUESTRO CORTO SOBRE EL CINE. El cine, empleado como fuente de información, permite adentrarse en el estudio de la ...