Hace
algunos años, me dediquè por completo a reorganizar la banda musical
del colegio donde trabajaba, el Grupo Escolar "Estado Zulia", ubicado en
el centro de la ciudad de Porlamar.
Dicha
banda, la "ZULIAMAR" era una gran agrupaciòn para compartir, formar a
los niños y adolescentes con aptitudes musicales, ademàs del baile y
otras actividades culturales a travès de valores como la
responsabilidad,la amistad entre otros.
Cada
año, se celebraba el aniversario de dicha agrupación, con un gran
desfile al amanecer del 5 de julio, por lo cual para hacer las cosas mas
cómodas para todos, era costumbre pernoctar en la edificación escolar.
Era muy divertido ese compartir entre niños, niñas, padres, maestros, representantes, en fin que lo menos que se hacia esa noche era dormir.
Era muy divertido ese compartir entre niños, niñas, padres, maestros, representantes, en fin que lo menos que se hacia esa noche era dormir.
El
Grupo "Zulia" es conocido por poseer una gran estructura hecha en los
terrenos del antiguo cementerio de la ciudad, ademàs las apariciones de
fantasmas en esa edificaciòn son del dominio de los habitantes de
Porlamar.
Por varios años nos quedamos a dormir la noche del 4 para el 5 de julio sin incidentes. Pero...
En
el IX aniversario de la banda, luego de la practica de instrumentos, la
cual terminò pasadas las 8 de la noche, nos dispusimos a descansar,
para lo cual, se acondicionaron cuatro aulas ubicadas en el ala norte de
la escuela, dos para los mas pequeños, acompañados por varios
representantes y dos para los más grandes: una para los niños y otra
para las niñas; el personal de Comité se ubicó en el pasillo de las
aulas.
Justamente
mi colchoneta quedo ubicada de frente a la escalera que conducía al
piso superior, y traté de pensar en otras cosas y no en los cuentos que
me habían contado sobre aparecidos, mis compañeras, ubicaron las suyas al
frente de la puerta de cada aula, por si algún niño o joven necesitaba
algo en la noche, pero sin alejarse mucho unas de otras.
Al
comienzo todo era risas, bromas, los màs pequeños se durmieron
ràpidamente, sòlo los màs grandes gastaban bromas a sus compañeros, por
lo cual tuve que cambiar a algunos hacia la otra habitaciòn.
Como
había muchos niños y jóvenes en grupo al apagar la luz del pasillo o
habitación gritaron al unisono,y se cubrieron con las sábanas, sin
embargo uno de ellos continuo haciéndole bromas a los demás.
Luego
de media hora, comencè a escuchar los tambores en la habitaciòn de los
màs grandes, les alertè que dejaran el toque pero continuaron, me
levantè de nuevo y al llegar a la puerta del aula...casi me derriban los
ocupantes de la habitaciòn en veloz carrera, ya que los tambores
comenzaron a ser tocados sin explicaciòn.
Armándonos
de valor, el joven Comandante, sus ayudantes y yo, asomamos la cabeza
para observar hacia el depósito de instrumentos en el aula, y ¡allí
estaban como los habíamos dejado al terminar la práctica!, sin embargo,
el ton ton tum continuó en el patio interno del colegio.
Corrimos hacia los grandes ventanales del aula y pudimos escuchar la practica de los tambores alejándose como murmullos. En ese momento comenzaron a llorar los perros de las casas de los alrededores.
Mis compañeras de Comitè que estaban en el pasillo decidieron juntar a todos en la habitación de los mas pequeños, quienes continuaron durmiendo sin problemas, los demás, luego del susto, trajeron las colchonetas y se quedaron en silencio ...Luego de varios minutos se dejaron de escuchar los ecos de dichos instrumentos...Afortunadamente los muchachos y muchachas pudieron dormir esa memorable noche y en la mañana hicimos nuestro recorrido de alegría por toda la ciudad...
Corrimos hacia los grandes ventanales del aula y pudimos escuchar la practica de los tambores alejándose como murmullos. En ese momento comenzaron a llorar los perros de las casas de los alrededores.
Mis compañeras de Comitè que estaban en el pasillo decidieron juntar a todos en la habitación de los mas pequeños, quienes continuaron durmiendo sin problemas, los demás, luego del susto, trajeron las colchonetas y se quedaron en silencio ...Luego de varios minutos se dejaron de escuchar los ecos de dichos instrumentos...Afortunadamente los muchachos y muchachas pudieron dormir esa memorable noche y en la mañana hicimos nuestro recorrido de alegría por toda la ciudad...
En mi amada escuela hasta los fantasmas gustaban de la mùsica de la "ZULIAMAR"
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