Ojito, se detuvo un instante, miró hacia abajo y vislumbró su casa amada. Se sintió triste, pero supo que debía partir por ese gran camino hecho de corazones y flores de colores. Luego de caminar y saltar una a una las nubes más blancas, se topó de frente con su amigo Máximo al que no veía desde hacía muchísimo tiempo. Ojito detalló en las alas pequeñas que sobresalían del lomo de su amigo y que hacían que éste flotara como pompa de jabón.
-Ojito, amigo!! aquí estoy para asistirte en tu nueva misión en la vida. !Oh no amigo!, no estés triste por nuestro querido papá humano, él estará bien y siempre te recordará con cariño por haber sido su gato consentido.
Ojito repostó con aprensión.
_es que es tan difícil alejarme, él está tan triste aún cuando le dejé a un amigo que consolará su corazón..!-
-No amigo, él estará bien, ahora es el momento de alejarnos e ir a disfrutar de suave pasto, alegres mariposas y todas las cosas que te harán feliz.
Corrieron juntos mientras Ojito sentía como unas cristalinas alas salían de su lomo. Las movió de lado a lado y se sintió feliz por la novedad.
Despúes de todos esos años corrió con absoluta libertad...!
Sólo escuchó el rumor de algunas palabras que le llegaron desde abajo:
_ Adios mi amado
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